¿Por qué a veces nos empeñamos en complicarnos la vida? En numerosas ocasiones es todo más fácil de lo que pensamos. Y tengo que decir que me he topado alguna vez que otra, con gente que parece incluso que le guste sentirse angustiada siempre. Temas por los que preocuparnos siempre va a haber, pero de nosotros depende afrontarlos de una manera o de otra. La perspectiva con la que mires las cosas y la positividad, juegan un papel muy importante.
Y es que al final todo son problemas que van haciendo mella poco a poco en nuestro interior:
«No, estoy muy mal porque resulta que «Fulano» me hace tener dudas y me planteo en si lo nuestro va para delante o no». Mira, yo lo tengo clarinete y en una relación en la que existen dudas y las peleas constantes, poca estabilidad va a poder aportarte. A veces queremos dar demasiadas oportunidad o nos empeñamos en poder salvar algo que sabemos de primera mano que no va a ir a parar a ningún lado. Yo soy de las que pienso que mejor sola que mal acompañada.
SOLUCIÓN: Hace poco escribí un post acerca de la importancia de saber estar solo, si no lo has leído, creo te puede ayudar 😉 Tomar decisiones en general, te hará sentir mucho más feliz y sobre todo más fuerte. Para estar bien con los demás, primero debes estarlo contigo mismo.
¿Y esas personas que van de un tema a otro? Sí, veréis, me refiero a las que se quejan de todo y cuando les va mal en el terreno amoroso, todo lo ven negro y cuando de repente les va bien, cogen otro tema y vuelven a empezar… Parece que nunca están conformes. Ese tipo de personas nunca podrán ser felices y disfrutar de lo bueno que tienen que seguro es más que lo que no tienen.
SOLUCIÓN: es normal que haya temas de nuestra vida que a veces nos desestabilice o nos haga estar un poco de bajón aunque solo sea un poquito, pero hay que saber poner freno y límites a la cabeza (que es una loca) y no dejarnos llevar. Que los sentimientos no nos controlen y que seamos nosotros los que les controlemos a ellos. Esto se consigue poco a poco y día tras día. Es una carrera de fondo que merecerá la pena. Ten paciencia y piensa que cada vez que te quejes, un nuevo pelo en la zona del bigote crecerá 😀
«No está bien compararse con nadie y lo sé, pero es que mírala a ella, a su lado soy una desgraciada». Hay un dicho que dice que «las comparaciones son odiosas» y qué razón tiene. Partiendo de la base de que siempre va a haber gente mejor que tú, ¿por qué fustigarnos de esa manera y vivir siempre fijándonos en los demás y no en intentar modificar lo que debemos cambiar de nosotros mismos? Creo que el mundo iría mucho mejor…
SOLUCIÓN: Ya lo he dicho en alguna ocasión, pero somos únicos y todos tenemos algo especial que nos diferencia de los demás, solo tienes que saber verlo y después explotarlo 😉 Centra las energías en ti y no en «la vecina del quinto». No te compares…
Es bueno ser autocrítico y tener objetivos en la vida. Hasta ahí todo fenomenal, pero el error sin duda viene cuando sólo nos centramos en el punto de llegada y no en el proceso. Ahí es cuando sentimos que nada nos parece suficiente. Además, pienso sinceramente que cuando no disfrutamos del proceso y alcanzas la meta, no llegas a valorarlo y es todo más efímero.
SOLUCIÓN: Así que centrémonos y disfrutemos sobre todo del proceso, que será el medio que hará que logremos nuestros sueños y por lo tanto la parte más importante.
RESUMIENDO:
– Sonríe sin importar lo que piensen los demás
– Sé tu misma y crea tu personalidad
– Trabaja y lucha por tus objetivos
– No te pases con el grado de exigencia para ti y los demás
– No te compares
– No juzgues y preocúpate de mejorar tú primero
– Ten paciencia y trabaja esto día a día
– Si algo te preocupa, cámbialo y si no puedes, a la espalda y a seguir
– ¡A tope!
– ¡Peludas al poder!
¿Te identificas con algún ejemplo comentado más arriba? ;P
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Un beso
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