Nunca he mirado las etiquetas con los ingredientes que tienen los alimentos que podemos encontrar en el supermercado. JAMÁS.
Cada vez tenemos más información acerca de lo que comemos (saber intrepretar etiquetas, analizar lo que lleva cada alimento, etc…) por lo que creo que es genial ya que es muy importante saber lo que ingerimos. Y es que chicas, «somos lo que comemos».
No se trata de volverse loca ya que a mi los extremos y radicalismos no me gustan en absoluto, pero creo que es fundamental saber un poco lo que metes en la cesta de la compra.
Tengo intolerancia a la lactosa y a la proteína de la leche. Me enteré hace a penas una semana. De todas formas, si aún no habéis visto el vídeo del lunes en el cual toqué un poco este tema, haced click aquí.
Cuando lo publiqué, muchas de vosotras me preguntasteis si no tenía síntomas o malestar teniendo una intolerancia además tan elevada. El tema es que no me quise ir mucho por las ramas porque los segundos vuelan y si no el vídeo se iba a hacer eterno. En realidad siempre he tenido problemas con la barriga: náuseas, hinchazón y otros síntomas que tampoco hace falta mencionar :D, así que ahora entiendo muchas cosas… Todo pasa por algo, nada es casual. Aún así, todavía no quiero cantar victoria por si acaso, pero hace ya casi un mes que no tomo lácteos y tengo la piel sin un grano y más suave y lisa que nunca. ¿Mirad que si fuera este el problema que originaba mi acné?, ¡me da algo!, después de doce años intentando encontrar la solución al problema. Ya os iré contando porque no las tengo todas conmigo jijij
Volviendo un poco al tema que he comentado al principio de la entrada, ahora más que nunca miro etiquetas, porque señoras, prácticamente todo lleva lácteos. Pero, ¿qué invento es este?, ¿es necesario?, ¿por qué a un salchichón le tienen que poner lactosa?, ¡hasta las pastillas para hacer caldo la llevan! WTF? Así que la solución es intentar comprar todo fresco. Cuando algo está procesado no sabemos lo que lleva y repito, me gusta saber lo que como.
Alguna de vosotras también me preguntó una alternativa a la leche de vaca, así que una buena opción son las leches de origen vegetal, ahora mismo estoy tomando leche de almendras y tengo que decir que no ha sido duro el cambio ya que es como la leche desnatada. ¿Vosotras sabéis lo que es tomarte un café con esa leche y no sentirte como un balón de playa o muy empachada?, se me hace hasta extraño…
* la de la izquierda la compré en Alcampo y la de la derecha en Hipercor
¿Algunos contras de tener esta intolerancia?
– Te hace fijarte aún más en las etiquetas
– Los tetrabricks de las leches vegetales son mucho más caros. Suelen costar entre 1,80 – 2 euros
Pues nada chicas, ¡hasta aquí la entrada de hoy! 🙂 ¡Espero que os haya gustado y si es así, no olvidéis hacer click en «me gusta» y dejarme un comentario!. Gracias por pasar.
Un beso
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